Tuve que dibujar tu cuerpo en la pared para no hundirme sobre ti.
Tuve que sacarme los ojos para que pudieses ver algunas cosas que no les permití ver a los demás.
Tuve que pintarte de colores para que te dieras cuenta de lo distinta que eres.
Tuve que rechazar al sol para ver tu luz.
Correr jamas me acerco a ti.
Avanzar jamas nos alejó.
Estar junto a ti, era hacer el amor con tu aroma.
Mirándome apagabas mis sombras. Se retorcían ocultas quien sabe donde, hablando acerca del dolor del futuro impacto. Ellas también terminaron enamorándose de ti.
Jamas debí brillar.
Jamas debí decirte que todo era un reflejo.
No debí darte flores si aun no derramabas tu sangre.
Debí envolverte en espinas. Sin gritar hubieses escapado, viendo como se sacrificaba mi voz.
En silencio tuve que observar como te ahogabas en laberintos de espuma.
Fuiste la única.
Durante un segundo se apagaron las luces. Y pude ocultarte en mi oscuridad.
La esclavitud no te tocó.
Pero comenzaste a gritar.
No parabas de gritar.
Todos voltearon hacia mi.
Me lanzaste sobre las legiones.
Me lanzaste para que muriera.
Y te lanzaste tu para que otro espíritu te conociera.
Pero huí, arrastrándote hacia las cavernas de mi corazón.
Una vez maniatada, te hice el amor con mi espada.
Hice que tu sangre fuera mi sudor.
Y con tu piel me cubrí para dormir aquella noche.
Lo demás estaba desparramado lejos de aquí.
Te amo aunque estés muerta.
Y se que tu me amas aunque yo te halla quitado la vida.
una cazeria de quien drestuye a quien primero..
en donde el amor es lo que menos importa
y el no querer reconocer... nos hace correr
y valorar poder ver esos colores que no todos ven
nos vemos para hablar de esos colores..